Mujer con un SPD preparado en farmacia

El SPD en farmacia suscita tantos debates como dudas. ¿Es solo rellenar pastilleros? Mira qué es en realidad, cómo implantarlo y si es rentable.

El SPD en farmacia o Sistema Personalizado de Dosificación es un servicio que suscita debates y dudas a partes iguales. ¿Es solo rellenar pastilleros? ¿Hace falta una formación específica? ¿Se cobra o no? Descubre qué es en realidad, cómo implantarlo, si es o no rentable y recomendaciones prácticas.

Qué es en realidad el SPD en farmacia

Concepto y objetivos

¿Conoces la ilusión del iceberg?

A simple vista parece poca cosa porque solo ves la punta por encima de la superficie del mar, pero por debajo esconde un bloque gigante de hielo.

Esto se usa como analogía para explicar por ejemplo cómo detrás de la cara visible del éxito hay mucho trabajo que no se aprecia.

Pasa parecido con el SPD en la farmacia.

¿La punta del iceberg? Rellenar un “pastillero”. ¿El gran bloque sumergido? Todo un servicio farmacéutico posdispensación con protocolos, requisitos y una fuerte labor asistencial de elevada responsabilidad.

No es ni mucho menos una actividad banal.

Se basa en 3 pilares:

  1. Revisar la medicación del paciente, aprovechando para detectar incidencias. Interacciones, duplicidades, falta de cumplimiento, etc. 
  2. Reacondicionarla en un dispositivo de dosificación personalizada. Un blíster especial con alvéolos en los que se distribuyen y ordenan los fármacos por día y momento de toma siguiendo la prescripción médica. 
  3. Verificar su correcta utilización dando toda la información necesaria y supervisando de forma periódica.

¿Qué objetivos persigue?

Uno: facilitar la administración de los medicamentos. Este sistema hace mucho más sencillo para el usuario tomar las dosis correctas cómo y cuándo debe. Gana autonomía, se reducen olvidos, confusiones y otros errores y se simplifica el trabajo del cuidador.

Dos, el principal: reforzar la adherencia al tratamiento. En España en torno al 50% de pacientes crónicos no son adherentes, lo que impacta en su salud y aumenta el gasto sanitario. El SPD ha demostrado mejorar esta situación.

Tres: optimizar la efectividad y seguridad terapéutica mediante la identificación, prevención y resolución de PRM (problemas relacionados con los medicamentos) y RNM (resultados negativos asociados a la medicación). 

Es un servicio que en definitiva mejora la calidad de vida del paciente. Además es una estupenda herramienta de apoyo para el seguimiento farmacoterapéutico.

Para qué pacientes está indicado el SPD

Cualquier usuario que por X razón le cueste tomar su tratamiento puede ser susceptible de beneficiarse de un sistema personalizado de dosificación.

Por ejemplo, pacientes en los que se suele recomendar:

  • Mayores polimedicados. Imagina un anciano que toma 7 fármacos al día. Si recordar tantas cajas y horarios ya le costaría a un joven con plenas facultades…
  • Crónicos. Como te decimos, la falta de adherencia es común en ellos. Influye también su edad, su personalidad, su actitud, etc.
  • Dependientes o con dificultades físicas o psicológicas. Problemas de movilidad, mala memoria, demencia, Alzheimer, deterioro cognitivo, etc.
  • Con posologías complejas. Del comprimido A toma medio por la mañana, del B dos al día antes de comer, del C reduce dosis a lo largo de la semana… 
  • Viven solos sin nadie que pueda asistirles en el control de sus medicamentos.
  • No adherentes, sospechosos de serlo o en riesgo, ya sea por alguno de los motivos anteriores u otros.

Cuantas más de estas condiciones se cumplan, más indicado está el SPD.

Lo normal es detectar y descubrir el servicio a estos usuarios en el mostrador de la farmacia. No obstante, ya hay médicos y profesionales sanitarios que lo prescriben a pacientes suyos que ven que puede ayudarles.

Qué beneficios tiene el SPD para la farmacia

El SPD tiene 3 ventajas principales para el farmacéutico.

Por un lado, fideliza pacientes particulares o de instituciones como residencias. Personas que te confían sus tratamientos a veces durante periodos muy prolongados de tiempo. Esto puede aumentar tu ganancia en la dispensación de medicamentos.

Por otro lado, mejora tu imagen como referente en salud, en especial si te vuelcas en la labor asistencial. Aparte de que es muy gratificante, es algo que favorece el boca a boca positivo y la llegada de más usuarios. 

Por último, puede ayudar a diferenciar tu farmacia. Piensa que no todas hacen o están habilitadas para preparar sistemas personalizados de dosificación. Si lo promocionas de manera atractiva junto a otros servicios, contribuye a distinguirte. 

Cómo implantar el servicio de SPD en la farmacia

Qué se necesita para comenzar a ofrecerlo

Quiero introducir el SPD en mi farmacia, ¿por dónde empiezo?

En primer lugar según la comunidad autónoma te tienes que acreditar para prestar el servicio. A nivel de competencias (hay cursos específicos) y de requisitos técnicos.

En cuanto a las instalaciones, debes disponer de: 

  • Zona de Atención Personalizada (ZAP). Un despacho o área aparte de la de dispensación para dar intimidad al usuario y garantizar su confidencialidad. 
  • Zona de preparación y reacondicionamiento. Un espacio concreto y adecuado para elaborar SPD.
  • Zona de almacenamiento con toda la medicación de los pacientes en su envase original.
  • Material básico: dispositivos de dosificación (blísters), máquina selladora o rodillo si procede, equipo para manipular medicamentos (pinzas, guantes…), cubetas de almacenaje, PNT, softwares de SPD, etc.

Respecto a los blísters, deben estar homologados. Los hay de preparación manual, semiautomática o automática, verticales u horizontales, precortados, etc. 

El procedimiento: 7 pasos

¿Cómo se desarrolla el SPD?

  1. Identificas al paciente o persona responsable y le ofreces el servicio. Si acepta debe firmar una autorización y consentimiento informado. Recomendable aparte notificar a su médico y pedir su colaboración.
  2. Entrevistas al propio paciente o a su cuidador en la ZAP. El objetivo es abrirle una ficha con los datos personales y sanitarios, la medicación que toma y sus problemas de salud. 
  3. Revisas sus medicamentos y compruebas si pueden reacondicionarse en un blíster. También si hay incidencias (PRM o RNM: interacciones, duplicidades, contraindicaciones…) ante las que debas intervenir, derivar al médico, etc.
  4. Preparas el dispositivo siguiendo buenas prácticas. Llenas el blíster con los fármacos, pegas las etiquetas informativas por delante y detrás y a ser posible un tercero hace un repaso final para descartar errores.
  5. Entregas el SPD y recoges el anterior si corresponde. Importante dar información oral y escrita para su buen empleo. Normalmente se elabora para una semana.
  6. Verificas si se ha usado. Un SPD ya utilizado da pistas sobre la adherencia. Cuando lo devuelven en la farmacia hay que revisar y preguntar para identificar y resolver posibles PRM o RNM. Luego se elimina a través del SIGRE.
  7. Registras y evalúas todo: incidencias, intervenciones, medicamentos reacondicionados, resultados en salud del usuario, etc. 

Un par de apuntes más.

Es un procedimiento cíclico. En visitas sucesivas se repiten los pasos 4-7. Solo se entrevista y reevalúa otra vez si cambia el tratamiento o el estado del paciente. En ocasiones conviene también conciliar la medicación.

Los técnicos y auxiliares pueden participar en la elaboración de dispositivos bajo la supervisión y comprobación del farmacéutico. El resto lo debe hacer este último.

Si te gustaría profundizar, al final te enlazamos la guía del Foro AF-FC y el documento de buenas prácticas del CGCF sobre sistemas personalizados de dosificación.

Qué medicamentos se pueden acondicionar en un SPD

No todo puede prepararse en un SPD.

Este sistema sirve para cápsulas, comprimidos, píldoras y grageas con algunas excepciones. Por ejemplo comprimidos dispersables, efervescentes o sublinguales o aquellos que deban conservarse en el envase original según la ficha técnica.

No es apto tampoco para otras formas farmacéuticas como granulados, sobres, parches, gotas, pomadas, jarabes o medicamentos que requieren frío.

Como el paciente puede tener medicación apta y no apta para SPD, en las etiquetas del blíster se le informa de ambas. Así sabe qué tiene ahí y qué debe tomar aparte.

¿Es rentable ofrecer SPD en la farmacia?

La gran duda dado el esfuerzo y la responsabilidad que conlleva.

Partimos de que el servicio de SPD se puede cobrar o hacerlo gratis. Cada farmacia decide el importe y en algunas CCAA hay acuerdos para su financiación, así que la variabilidad de precios es alta.

El rango suele ir desde 0€ al mes hasta más de 30€.

Dicho eso, puede ser rentable, pero debe optimizarse muy bien. ¿Por qué? Porque depende de a cuánto lo pongas, del tiempo que te lleve, del coste/hora de quien lo haga y del número de pacientes.

Si apenas te lo demandan y lo cobras muy barato, no verás una rentabilidad.

Si lo ajustas bien para obtener más margen o si llevas a mucha gente o varias residencias, es probable que sí te sea rentable. Hay farmacias con un alto volumen de SPD que incluso lo automatizan con robots para dar abasto y les va genial.

Recomendaciones para el servicio de SPD en la farmacia

5 puntos clave:

  • Estudia la potencial demanda de SPD en tu zona antes de implantarlo. En un barrio joven va a ser menor que en uno en el que gran parte son mayores polimedicados. Considera también tu tipo de farmacia (rural, urbana, de paso…).
  • Pon un precio justo. A no ser que por alguna razón concreta prefieras ofrecerlo gratis, cobra una cantidad con la que al menos sea sostenible el servicio. Piensa además que lo que no se paga no se valora.
  • Promociónalo on y offline. Aprovecha todos tus canales para darle visibilidad y hablar de sus ventajas. Y dalo a conocer entre médicos y resto de profesionales sanitarios para que lo recomienden. 
  • Comunícalo de forma atractiva. El paciente muchas veces no quiere pagar simplemente porque no percibe un valor suficiente como para hacerlo. Aplica estas 9 técnicas de comunicación y verás cómo aceptan más tu propuesta.
  • Protocoliza y te ahorrarás tiempo y errores. Hay una diferencia enorme entre desarrollar este servicio de manera sistemática y hacerlo sin orden.

Y fundamental: no pares de actualizarte.

SPD no es rellenar pastilleros. Implica una atención farmacéutica y exige estar al día en todo lo relativo a los tratamientos y enfermedades. Si te falta conocimiento, tu calidad asistencial empeora y eres menos eficiente.

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Bibliografía para ampliar sobre el SPD en farmacia:

  • Consejo General de Colegios Farmacéuticos. Qué es un Sistema Personalizado de Dosificación [Internet]. CGCF; 2017 [citado 27 mar 2025]. Fuente.
  • Consejo General de Colegios Farmacéuticos. Buenas Prácticas en Farmacia Comunitaria en España. Servicio de elaboración y provisión de Sistemas Personalizados de Dosificación (SPD) [Internet]. CGCF; 2018 [citado 27 mar 2025]. Fuente.
  • Foro de Atención Farmacéutica-Farmacia Comunitaria (Foro AF-FC), panel de expertos. Guía práctica para los Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales desde la Farmacia Comunitaria. Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos; 2024. Fuente.
  • Varios autores. SPD.Documento de consenso sobre el uso de los sistemas personalizados de dosificación [Internet]. SEFAC, SEMERGEN; 2020 [citado 27 mar 2025]. Fuente.

MDIG-1-000135-2025

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