Carrito en farmacia con medicamentos publicitarios o EFP (Especialidad Farmacéutica Publicitaria)

Los medicamentos publicitarios son una pieza esencial en la farmacia comunitaria.

Los medicamentos publicitarios son una pieza esencial en la farmacia comunitaria. Seguro que te vienen a la cabeza algunas presentaciones que sí o sí la gente pide. Que ya son casi cultura popular. ¿Tienes claro el concepto y el papel clave que cumple aquí el farmacéutico? Lo vemos en este artículo.

Qué son los medicamentos publicitarios o EFP

Significado y contexto

Un pequeño repaso para situarnos.

De forma global se distinguen medicamentos con y sin receta. 

Los de sin receta a su vez pueden ser objeto de publicidad destinada al público o no. Si lo son, entonces hablamos de medicamentos publicitarios, que se consideran seguros y eficaces para aliviar, tratar o prevenir afecciones menores. 

Estos se pueden publicitar con ciertas restricciones. ¿En qué medios? Audiovisuales (radio, tele…), digitales (web, redes sociales…), impresos (folletos, revistas…), puntos de venta (expositores en farmacia, material promocional…), etc.

Es lo que antes se llamaba EFP (Especialidad Farmacéutica Publicitaria), un término que desde hace años ya no es vigente.

Entran dentro de la categoría de venta libre u OTC (Over The Counter, sobre el mostrador). Aquí también está la parafarmacia: higiene personal, dermo, etc.

Los 3 criterios legales que deben cumplir y otros requisitos

Hay diversas regulaciones detrás de los medicamentos publicitarios. 

¿Qué 3 criterios legales básicos se les exige?

  • No los financia el SNS. El paciente paga el importe total. No hay copago. Eso significa que su precio es libre. No lo fija la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos, sino los propios laboratorios fabricantes.
  • No requieren receta médica. Sí debe intervenir el farmacéutico, pero no es obligatorio que un médico diagnostique, prescriba o siga el tratamiento. 
  • No contienen sustancias psicotrópicas ni estupefacientes. Como es lógico, estos son fármacos que requieren un control mucho más estricto.

El primer criterio es la principal diferencia respecto a los medicamentos sin receta no publicitarios, los cuales sí pueden estar en la oferta del SNS.

Por otro lado, fíjate.

La publicidad debe cumplir unos principios y requisitos. Por ejemplo, debe especificar que es un medicamento e incluir la denominación y la indicación autorizada. También animar a leer el prospecto y a preguntar en la farmacia si se tienen dudas.

“Lea las instrucciones de este medicamento y consulte al farmacéutico”.

Te suena, ¿no? 

Hay más condiciones. Por destacar algunas: 

  • No incluye testimonios de profesionales sanitarios o personas con influencia.
  • Fomenta el uso racional del medicamento sin exagerar propiedades.
  • Se adecúa a la información de la ficha técnica y el prospecto.
  • No garantiza la curación o ausencia de efectos secundarios.
  • Es veraz, no engañosa, objetiva y comprensible.

Al final del artículo tienes referencias si quieres profundizar.

Como aclaración, la AEMPS no clasifica directamente un medicamento como publicitario. Verifica si se cumplen los 3 criterios solo si lo ha solicitado el fabricante.

Y una curiosidad.

Algunos medicamentos de prescripción pueden convertirse en publicitarios mediante un proceso conocido como switch. Para ello también deben cumplirse unos requisitos.

Ejemplos de medicamentos publicitarios o EFP

Los medicamentos publicitarios abarcan múltiples familias.

Analgésicos, antipiréticos, antigripales, antihistamínicos, descongestionantes, laxantes, antitusivos, mucolíticos, expectorantes, etc.

Si te gustaría ver ejemplos concretos, en nuestro vademécum de Faes Farma puedes ver varios. ¡Más de uno lo conocerás!

Medicamentos publicitarios en la farmacia comunitaria

Papel clave del farmacéutico

Los medicamentos publicitarios, antiguas EFP, representan una oportunidad estupenda para potenciar el prestigio de la farmacia como profesionales sanitarios.

¿Por qué?

3 aspectos a considerar:

  1. No dejan de ser medicamentos aunque vayan sin prescripción y sean para afecciones menores. No son un complemento alimenticio, un cosmético, etc. Requieren un mayor control por el impacto que pueden tener en la salud.
  2. Se incita su consumo a través de la propia publicidad. Sobre todo en periodos de campaña te los pueden solicitar bastante. Más aún aquellas marcas que ya tienen cierto renombre o recorrido en el mercado.
  3. No requieren receta. La persona muchas veces acude a la farmacia sin haber pasado antes por el médico. Pregunta por algo que cree que le viene bien o porque alguien se lo ha recomendado. Puede venir con ideas equivocadas.

¿Qué nos dice todo esto?

Que el farmacéutico tiene una función esencial: asegurar su uso racional. También educar en su correcta utilización y autocuidado responsable con el fin de evitar problemas de seguridad farmacoterapéutica.

Una tarea que cobra especial relevancia durante la dispensación, la indicación y otros servicios. El usuario debe comprender que un medicamento publicitario tiene igualmente riesgos y que no se puede tomar a la ligera.

Labor asistencial en estado puro. 

Beneficios y retos para la farmacia

Los medicamentos publicitarios tienen 2 ventajas principales.

Por un lado, como no requieren prescripción médica, son más accesibles. Además, hay algunos que ya son muy conocidos y sirven como gancho para las personas.

Por otro lado, al ser libre el precio, dejan más margen de beneficio. Con una estrategia sólida detrás pueden llegar a dar una buena rentabilidad.

Ahora bien, tienen una desventaja.

Precisamente por ser libre, su precio suele ser mayor y los usuarios los perciben como “más caros”. ¿Qué hacen? Te piden alternativas más baratas o se esperan a que su médico les prescriba un medicamento financiado.

Aquí hay 3 puntos importantes:

  • Hay que realizar una correcta gestión de categorías para sacarles la máxima rentabilidad con campañas y otras acciones. Una selección cuidadosa de las referencias (que aporten un valor añadido), compras ajustadas, etc.
  • Exponerlos de forma estratégica tras el mostrador. Como cualquier otro medicamento no deben estar del lado del público, pero a diferencia de los que van con receta, los publicitarios sí puedes colocarlos en lineales visibles. 
  • Priorizar la formación continua. Si conoces bien las patologías y cada producto, mejorarás tu atención farmacéutica y con ello impulsarás las ventas consultivas.

Si te quieres actualizar, en Faes Farma Farmacias tenemos recursos online gratuitos:

  • Impacta Faes Farma. Es una plataforma dividida en rutas formativas. Sobre el tránsito intestinal y los laxantes, sobre la acidez, gases y digestiones pesadas, etc. Todas con material audiovisual para un aprendizaje ameno e interactivo.
  • Sesiones online para el farmacéutico. Son formaciones en vídeo clasificadas por áreas terapéuticas. Muy prácticos y al grano.

Para ambos tienes que estar registrado (es rápido).

Venta online en farmacia de medicamentos publicitarios

Muchos farmacéuticos se han lanzado a vender medicamentos online en sus ecommerce. Es una manera fantástica de ampliar mercado y llegar a más personas.

¿Qué especifican las normativas al respecto?

En primer lugar tienes que darte de alta en tu comunidad autónoma. Te dan acceso al logotipo que debes usar en cada página. En él enlazas la web donde se ve que tu farmacia está autorizada para realizar esta actividad de forma legal.

Luego esto lo más destacable según el portal Distafarma de la AEMPS: 

  • Puedes vender medicamentos sin receta, publicitarios y no publicitarios, sin asociar regalos, premios, concursos o similares. Sí puedes aplicar un descuento máximo del 10% en el PVP, impuestos incluidos.
  • No debe haber intermediarios. La venta debe ser directa desde tu farmacia, así como los pedidos deben realizarse a esta desde tu web. Tu actuación como farmacéutico es requisito inexcusable.
  • No se aceptan devoluciones salvo casos muy concretos. Por ejemplo, que hayas suministrado algo por error. Si te devuelven un medicamento, debes destinarlo a su destrucción.
  • En entregas a domicilio, el transporte es responsabilidad del farmacéutico. Otra opción es disponer de un servicio de click and collect.

¿Quieres ahondar más?

Abordamos este tema en el módulo 2 de nuestro curso de ecommerce para farmacias. Es gratuito, solo tienes que registrarte.

Esperamos que esta información sobre los medicamentos publicitarios, antes EFP, te haya sido útil. Constituyen una de las categorías pilares en la farmacia. No dudes en pedir asesoramiento profesional si lo necesitas. 

Si quieres potenciar más aún tus habilidades, mes a mes subimos recursos formativos a Faes Farma Farmacias que son específicos para farmacéuticos comunitarios. Apúntate a nuestra newsletter y te avisamos de las novedades.

Más información

Sobre los medicamentos publicitarios para ampliar:

  • Dirección General de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia (DGCF). Guía para la publicidad de medicamentos de uso humano dirigida al público [Internet]. Ministerio de Sanidad; 2019 [citado 3 ene 2025]. Fuente.
  • Jefatura del Estado. Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios [Internet]. BOE; 2006. [citado 3 ene 2025]. Fuente.
  • Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Distafarma [Internet]. Ministerio de Sanidad [citado 3 ene 2025]. Fuente.
  • Ministerio de Sanidad. Real Decreto 870/2013, de 8 de noviembre, por el que se regula la venta a distancia al público, a través de sitios web, de medicamentos de uso humano no sujetos a prescripción médica [Internet]. BOE; 2013 [citado 3 ene 2025]. Fuente.
  • Ministerio de Sanidad. Real Decreto 1345/2007, de 11 de octubre, por el que se regula el procedimiento de autorización, registro y condiciones de dispensación de los medicamentos de uso humano fabricados industrialmente [Internet]. BOE; 2007 [citado 3 ene 2025]. Fuente.

MDIG-1-000004-2025

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