Farmacéutica comunitaria realiza servicio de indicación farmacéutica

El servicio de indicación farmacéutica es uno de los pilares de la farmacia comunitaria. Conoce qué es, cómo se realiza y 7 consejos prácticos.

Una persona se acerca a tu mostrador, te cuenta algo que le preocupa y te pregunta qué debería hacer o tomar. Esto que te parecerá tan cotidiano es la mecha que dispara el servicio de indicación farmacéutica, uno de los pilares de la farmacia comunitaria. ¿Sabes bien qué es y cómo se realiza? Te lo contamos.

Qué es la indicación farmacéutica

Definición y objetivos

La indicación farmacéutica es un servicio asistencial en el que se atiende la consulta de un usuario sobre un problema de salud o situación fisiológica especial. 

“¿Qué me das para…?”.

Es una función básica de la farmacia junto al seguimiento farmacoterapéutico y la dispensación. Y quizá una de las que más pone sobre la mesa su valor, porque la persona ha decidido acudir aquí antes que a otros profesionales para resolver su preocupación.

Persigue 5 objetivos:

  • Valorar si el problema es un síntoma menor, trastorno banal, RNM (Resultado Negativo asociado a la Medicación) o condición que pueda ser abordada por el farmacéutico. Si no lo es, se deriva al médico.
  • Indicar la solución más adecuada para resolverlo bajo un criterio científico, técnico y legal. Un medicamento publicitario u otro de venta libre, un producto sanitario, un complemento, otro servicio, medidas no farmacológicas, etc.
  • Aclarar las dudas o carencias de información que haya. Sobre el problema por el que se consulta y sobre lo que se ha indicado.
  • Prevenir la aparición de RNM a través de la detección y resolución de PRM (Problemas Relacionados con los Medicamentos).
  • Mejorar la calidad de vida del paciente. El fin primordial: velar por su salud y fomentar un autocuidado responsable. Con ello reducir la presión asistencial en AP y urgencias y contribuir al ahorro en el sistema sanitario.

¿Es lo mismo que la dispensación?

Una duda que a veces surge.

La dispensación y la indicación farmacéutica son dos servicios que se pueden solapar, pero no parten de la misma premisa.

Si el usuario te pide directamente una medicación se iniciaría una dispensación (“¿me das esto para…?”) porque te está solicitando algo concreto. En la indicación no. Lo que quiere es que le recomiendes tú lo más apropiado (“¿qué me das para…?”).

Por otra parte, si en la indicación decides entregar un medicamento o producto sanitario, entonces se hace bajo el procedimiento de dispensación.

Beneficios que aporta la indicación farmacéutica a la farmacia

Como sucede con el resto de servicios farmacéuticos, la indicación no solo beneficia al paciente y al sistema de salud, también a la propia farmacia.

¿A nivel asistencial?

Mejora tu imagen y autoridad. Se te respeta y se te valora más. Se te percibe como un profesional sanitario de confianza al que acudir si se tiene alguna preocupación.

¿A nivel empresarial?

Aunque requiere una inversión en formación y tiempo, aumenta tu rentabilidad por varios motivos: favoreces la venta consultiva (muy efectiva), te diferencias de la competencia (atraes a más usuarios) y por supuesto fidelizas más. 

¿A nivel personal?

Respuesta fácil: satisfacción y gratificación. Te sientes mucho más en armonía con tu lado boticario. Estás ayudando a la población a estar más sana. Más feliz.

Cómo se realiza el servicio de indicación farmacéutica

El protocolo de 5 pasos

Según la guía del Foro de Atención Farmacéutica en Farmacia Comunitaria (enlace al final), el servicio de indicación farmacéutica son 5 pasos:

  1. Entrevista al usuario.
  2. Evaluación de la información.
  3. Intervención si hay incidencias.
  4. Actuación profesional.
  5. Registro y evaluación.

Lo primero es entrevistar al usuario:

  • Quién es (PA). ¿Paciente o cuidador? Si es otra persona, ¿qué relación tiene con el paciente? ¿Conoce lo suficiente sus necesidades?
  • Qué síntomas (SI), signos o situación refiere.
  • Cuánto tiempo lleva así (T). ¿Mucho o poco?
  • Qué acciones ha hecho (A) para intentar solucionarlo.
  • Qué medicamentos toma (M) para otras afecciones.
  • Qué alergias tiene (A) o intolerancias.
  • ¿Está embarazada (E), lactando o sufre enfermedades concomitantes? ¿Cuál es su estilo de vida? ¿Datos biomédicos que debas saber?

Las letras entre paréntesis forman el acrónimo PASITAMAE. Identifica este paso inicial.

Lo siguiente es evaluar la información:

  • ¿Es un síntoma menor? Leve, autolimitado, de corta duración, no necesita diagnóstico médico, no se relaciona con otras afecciones o tratamientos y puede aliviarse con algo que no requiere prescripción. 
  • ¿Es un RNM o hay PRM? Mala adherencia, duplicidades, contraindicaciones, interacciones… que estén causando o puedan causar un problema de salud.
  • ¿Hay criterios de derivación al médico? Síntoma NO menor, mucho tiempo, patología, condición que precisa valoración médica, edad, etc.

Luego, por un lado, hay que intervenir en caso de incidencia (RNM o PRM no esperado). Por ejemplo, notificar una RAM a farmacovigilancia o proponer un seguimiento farmacoterapéutico.

Por otro lado, se realizan 2 posibles actuaciones:

  • Indicación de un medicamento que vaya sin receta (dispensación) o medidas no farmacológicas, higiénico-dietéticas, educación sanitaria, etc., dando la información necesaria. 
  • Derivación al médico, profesional de la salud o servicio farmacéutico que corresponda.

Por último, hay que documentar el proceso para evaluarlo, mejorarlo y crear informes de derivación si hace falta. Motivo de consulta, actuaciones, resultados…

Es crucial distinguir síntomas no menores de graves

Uno de los grandes retos que plantea el servicio de indicación farmacéutica es asegurarse de que la consulta puede ser resuelta (o no) en el mostrador.

¿Es un síntoma menor o es algo grave que debas derivar?

Imagina por ejemplo que te preguntan por una diarrea y tú lo tratas como algo banal (rotavirus, estamos en época, los niños en el cole…). ¿Si luego resulta que es un cuadro severo y no has derivado al médico?

Además, es común que la farmacia sea el primer contacto del usuario con el sistema de salud. Viene como un “libro en blanco” a que le recomiendes lo mejor. El desenlace de su problema puede variar mucho según qué le indiques. 

Otro ejemplo, fíjate.

Supón que un hombre de unos 45 años te pregunta por una tos seca con la que lleva ya 2 días. Le indicas un antitusivo y 2 semanas después vuelve. Sigue tosiendo y ya hasta le duele la garganta y sufre cefaleas. 

Le mandas al médico.

Unos días después visita de nuevo tu farmacia. Te cuenta que por lo visto la tos podía estar siendo provocada por un IECA que le prescribieron hace un par de meses. Viene con una receta para cogerte otro antihipertensivo.

¿Y si tú hubieras indagado más en la primera visita?

Esto también explica por qué el farmacéutico es quien debe realizar la indicación. Técnicos y auxiliares no poseen las competencias necesarias. No deben hacerlo. Sí que pueden colaborar detectando consultas susceptibles de derivarse a este servicio.

7 consejos prácticos para mejorar el proceso de indicación

En la práctica realizar una buena indicación farmacéutica no siempre es fácil.

El poco tiempo para dar una atención personalizada, el conocimiento que se necesita para identificar síntomas y elegir soluciones apropiadas, la falta de motivación si no hay algún tipo de gratificación, la dificultad en ocasiones para obtener información…

¿Cómo superar estos desafíos?

  1. Ten guías y protocolos de tratamiento basados en evidencia científica, así como bases de datos de medicamentos. Organízalo todo para que tu equipo lo tenga a mano y pueda tomar decisiones de forma rápida, segura y eficiente.
  2. Sé prudente. Reconoce tus límites. Cuándo puedes ayudar y cuándo no. Deriva si no tienes suficientes datos como para saber qué indicar o si es un síntoma menor (cuidado por ejemplo con pacientes crónicos). 
  3. Mejora tu comunicación. Fundamental para que todo el proceso sea fluido y efectivo. Hay varias técnicas de comunicación que facilitan el diálogo con el paciente y otros profesionales sanitarios.
  4. Dispón de una zona de atención personalizada (ZAP). Si bien muchas de las consultas las puedes resolver en el mostrador, hay otras en las que el usuario agradecerá, necesitará o te pedirá tener intimidad.
  5. Atiende online. Si tienes autorización, habilita la opción en tu web de reservar una cita por videollamada para preguntar por un problema de salud. Así podrás expandir tu labor asistencial fuera de tu área local.
  6. No pares de actualizarte. Un farmacéutico debe estar formado para poder diferenciar síntomas menores de graves y tomar mejores decisiones. Cuanto más al día estés, mejor. Y, oye, más disfrutarás.
  7. Evalúa el servicio en hojas de cálculo para sacar conclusiones más precisas y optimizar el proceso. Número y tipo de consultas, medicamentos indicados, satisfacción de los pacientes, etc.

Guías y recursos para mejorar tu indicación farmacéutica

La formación continua aquí es clave.

En Faes Farma Farmacias dispones de varios recursos que te ayudarán a potenciar este servicio asistencial (son gratuitos, solo tienes que registrarte en la web):

  • Guías y consensos. Sección con manuales y recomendaciones a pie de mostrador para distintas patologías. Incluyen medidas farmacológicas, higiénico-dietéticas, criterios de derivación al médico, etc.
  • Impacta Faes Farma. Rutas formativas completas y actualizadas sobre diferentes afecciones y tratamientos (probióticos, CBD, tránsito intestinal…). En formato audiovisual muy cómodo con vídeos, podcasts, infografías, etc.
  • Curso Excel para farmacias. Domina las funciones de las hojas de cálculo más útiles para la farmacia (facilitan muchísimo el día a día). Se divide en 4 módulos: nivel básico, intermedio, avanzado y pro.

    Esperamos haberte aclarado qué es la indicación farmacéutica y cómo se realiza. Si quieres seguir actualizándote, mes a mes subimos formaciones y contenido para la farmacia comunitaria. Únete a nuestra newsletter y te avisamos.

    Más información

    Referencias para ampliar sobre la indicación farmacéutica:

    • Machuca M, Baena MI, Faus MJ. Programa IndDáder. Guía de Indicación Farmacéutica. Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica. Universidad de Granada. Fuente
    • Foro de Atención Farmacéutica-Farmacia Comunitaria (Foro AF-FC), panel de expertos. Guía práctica para los Servicios Profesionales Farmacéuticos Asistenciales desde la Farmacia Comunitaria. Madrid: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos; 2024. Fuente.
    • Machuca M et al. La indicación farmacéutica disminuye las visitas al médico y resuelve las demandas de los pacientes. Seguim Farmacoter. 2003; 1(3):110-114. Fuente.

    MDIG-1-000041-2025

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