Guía básica de formulación magistral en farmacia: vuelta a las raíces de la botica

¿Hay algo más tradicional e inherente a la botica que la formulación magistral? Aunque ha sido eclipsada por la industria farmacéutica, sigue siendo indispensable en ciertos casos y a veces incluso llega a salvar vidas. Conoce qué es, cómo funciona y si realmente vale la pena implementarla en tu farmacia.

Qué es la formulación magistral: conceptos clave

La formulación magistral es hacer trajes a medida.

Es un servicio farmacéutico que consiste en preparar medicamentos individualizados para pacientes concretos. Una actividad que ha dado vida a la botica desde sus raíces y que con los siglos ha ido evolucionando y profesionalizándose. 

Se realiza a pequeña escala en farmacias comunitarias y hospitalarias como alternativa a la producción industrial. Continuando con la analogía de los trajes, es como las sastrerías y las tiendas de ropa. Personalización VS “tallas únicas”. 

El proceso es igual de riguroso. Todo se hace bajo procedimientos normalizados de trabajo (PNT) que garantizan la eficacia, seguridad y calidad tanto del producto terminado como de las materias primas. 

¿Qué tipos de medicamentos se elaboran?

• Fórmulas magistrales (FM). Cumplimentan una prescripción en la que el facultativo indica las sustancias medicinales a incluir. Las suelen mandar médicos, odontólogos y veterinarios.
• Preparados oficinales (PO). Pueden dispensarse con o sin receta. Se usan para patologías menores y, a diferencia de las FM, se suelen hacer por lotes.

Las FM más útiles y utilizadas se tipifican y recogen junto a todos los PO en el Formulario Nacional. Este contiene los PNT y monografías para su adecuada fabricación, conservación y uso. 

Composición, materias primas, metodología, plazo de validez, envasado, indicaciones, posología… Información estandarizada creada por las autoridades sanitarias, instituciones farmacéuticas, universidades y distintos grupos de expertos.

La biblia del formulista, como dicen algunos.

Muchas FM no están tipificadas. Es decir, no se describen en el Formulario Nacional, por lo que se echa mano de bases de datos, publicaciones científicas y bibliografía.

Por otro lado está la formulación cosmética. No se elaboran medicamentos como en la formulación magistral, sino productos cosméticos (individualizados o no) para el cuidado de la piel, el pelo, fragancias, etc. Sin receta.

Las 3 grandes aplicaciones de la formulación magistral

El desarrollo de la industria farmacéutica ha desplazado a la formulación magistral. Sin embargo, hay casos en los que continúa siendo indispensable recurrir a este servicio. Muchos tienen claro que nunca va a desaparecer. 

¿Por qué?

#1 Cubre lagunas terapéuticas

Imagina una familia procedente de Rumanía. 

Una abuela que vive con sus nietos. Le diagnostican tuberculosis. Los peques: una niña de 4 años y su hermanito de 6 meses. Convivientes, menores de 5… mucho riesgo. Les prescriben un antituberculoso como quimioprofiláctico.

¿Problema? Solo hay presentaciones en comprimidos (no las tragan bien) y ninguna a las dosis que requieren para su peso.

¿Solución? Una FM en jarabe.

Hay casos en los que no existe el medicamento que precisa el paciente. Dosis, forma farmacéutica o mezcla de principios activos no disponible en el mercado, enfermedades raras, fármacos que no se fabrican en industria por su escasa rentabilidad o viabilidad… 

Casos en los que la formulación magistral supone la única elección y que incluso salva vidas.

#2 Adapta el tratamiento a las necesidades particulares del paciente

Intolerancias y alergias a excipientes, dificultades en la administración por cuestiones fisiológicas, patológicas, organolépticas u otras, evolución de la enfermedad que requiere hacer ajustes muy concretos en las pautas, condiciones especiales…

Los medicamentos individualizados llegan a donde no pueden los industriales. Por ejemplo en dermatología, donde es muy difícil estandarizar terapias por las enormes variaciones entre personas. También en pediatría, geriatría, oncología, etc.

Esto tiene 2 beneficios importantísimos.

Por un lado, mejora la adherencia al tratamiento:

• forma farmacéutica, sabor, olor o textura que facilita la toma;
• combinación de principios activos que reduce el número de tomas;
• presentaciones tópicas que permiten cubrir de forma práctica grandes superficies corporales en afecciones como dermatitis o psoriasis;
• etcétera.

Por otra parte, aumenta la efectividad y seguridad terapéutica. Se le da al usuario exactamente lo que necesita, lo que ayuda a evitar PRM y RNM. Disminuimos el riesgo de reacciones adversas y en general la morbimortalidad asociada a los fármacos.

En definitiva, la formulación magistral permite que el medicamento se adapte al paciente (no al revés) y por tanto dispara la calidad asistencial.

#3 Resuelve desabastecimientos de medicamentos

“Lo siento, está en falta”.

Una situación que cada vez es más frecuente en la farmacia comunitaria. Frustra al farmacéutico, preocupa y enfada al paciente (con razón).

La formulación magistral no es una panacea, pero sí hay ocasiones en las que solventa los problemas de suministro de algunos fármacos y garantiza la continuidad de los tratamientos. 

Cómo funciona la formulación magistral en una farmacia

¿Las farmacias comunitarias deben poder preparar fórmulas?

De entrada hay que aclarar lo siguiente.

Las farmacias están obligadas a dispensar, pero no a elaborar. Eso significa que, si a ti te traen una receta con una fórmula magistral, no puedes negar la dispensación al paciente. Y para su preparación tienes 2 opciones:

1. Puedes delegarlo a otras farmacias que fabriquen a terceros. Tan solo tendrías que formalizar un contrato con una o más de ellas.
2. Puedes encargarte tú si cuentas con la autorización. La tienes que solicitar a la Consejería de Sanidad de tu comunidad autónoma.

Nos detenemos en el segundo punto.

Qué se necesita para realizar formulación magistral

Supongamos que quieres hacer FM y PO en tu propia farmacia.

Para que te certifiquen debes cumplir las normas de correcta elaboración y control de calidad que se recogen en el Real Decreto 175/2001. 

Estas son requisitos generales mínimos de:

• personal (responsabilidades, organización, formación e higiene);
• locales y utillaje (consideraciones, equipamiento mínimo…);
• documentación (PNT, guías de elaboración, registros…);
• materias primas y materiales de acondicionamiento (recepción, cuarentena, etiquetado, origen, calidad, manipulación, almacenaje…);
• elaboración (comprobaciones previas, controles, envasado…);
• dispensación (procedimiento, información al paciente, prospecto…).

Al final te dejamos el Real Decreto por si te gustaría profundizar. 

Resaltamos un par de cosas:

• Solo el farmacéutico puede hacer las preparaciones o, bajo su dirección, una persona formada y cualificada. Para formular no es obligatorio especializarse con un curso reglado, aunque sí se recomienda.
• La farmacia debe contar con un laboratorio en su interior que tenga lo necesario para realizar con garantías toda la operativa relativa a la formulación magistral. Una de las grandes barreras: la falta de espacio o infraestructura. 
• Debe ser una zona diferenciada con una serie de características generales y normas de higiene. Dependiendo del número y tipo de preparaciones que pretendas hacer, debes satisfacer aparte condiciones específicas.

Respecto a esto último, como es lógico no te exigen lo mismo para hacer por ejemplo una crema que un colirio o un inyectable.

Es decir, los requisitos en las instalaciones y el equipamiento varían en función del nivel de elaboración para el que quieres que te acrediten. El más bajo suele incluir las formulaciones tópicas y el más alto las estériles. 

En la mayoría de CCAA puedes ir cambiando de nivel y así ampliar o reducir el servicio según consideres. 

Para fabricar a terceros también te tienen que autorizar.

Ya tienes todo listo: ¿cómo funciona el servicio?

Hay 2 situaciones principales.

La primera es cuando viene un usuario que trae una receta en el que se le prescribe una fórmula magistral o preparado oficinal.

¿Qué tienes que hacer?

1. Recoges la información suficiente. ¿Es para él? Edad y sexo, afección a tratar y localización, duración del tratamiento, dosis, número de tomas o aplicaciones diarias y particularidades (tipo de piel, gustos, capacidades…).
2. Verificas la viabilidad galénica e idoneidad terapéutica. Indicación, pauta, vehículo elegido, criterios de no dispensación, etc. Hay que comprobar la validez de la receta. Si hay alguna incidencia, debes comunicarla al prescriptor.
3. Haces la FM o PO siguiendo los PNT y cumpliendo las normas de correcta elaboración y control de calidad. El Formulario Nacional hay que tenerlo siempre a mano.
4. Envasas y etiquetas, poniendo la denominación, composición, vía de administración, forma farmacéutica, cantidad, fecha de elaboración y de caducidad, etc. El RD 175/2001 especifica qué debe contener la etiqueta.
5. Dispensas, dando información completa al usuario y el prospecto para un uso adecuado. Lo anotas en el Libro Recetario, además de en el libro de estupefacientes cuando corresponda.

La segunda situación posible es que realices una indicación farmacéutica. Paciente que te pide algo para un problema menor de salud y tú, tras evaluar que no hay criterios de derivación al médico, le recomiendas un preparado oficinal.

Después igual: elaboras, envasas, etiquetas y dispensas.

En ambos casos puedes sugerir otros servicios asistenciales si es oportuno. Por ejemplo, un seguimiento farmacoterapéutico si es una persona polimedicada.

Es esencial mantener todo en orden, ya que se hacen inspecciones regulares. Algunas farmacias se adhieren a PACMI, un programa para garantizar e incrementar aún más la calidad de los medicamentos individualizados que fabrican.

¿Vale la pena hacer formulación magistral en una farmacia?

Contexto actual, barreras y expectativas de futuro

La formulación magistral ya no es protagonista como hace siglos. 

El último estudio al respecto del CGCF (2017) reveló que menos de la mitad de las farmacias en España (el 47%) estaban acreditadas para hacer FM y PO. Y solo el 2,8% lo estaban para elaborar a terceros.

Hay muchas que comienzan muy ilusionadas, pero que abandonan con el tiempo.

La escasa demanda, la excesiva burocracia, el gran desconocimiento que hay, el enorme esfuerzo e inversión que requiere, la dificultad de acceso a las materias primas…

Barreras ante las que surge la pregunta: ¿me merece la pena? 

Es cierto que en la actualidad el porcentaje de recetas de FM respecto al total de prescripciones médicas es muy pequeño. No obstante, sigue y seguirá siendo un servicio imprescindible y solicitado en determinadas situaciones.

De hecho, se espera un crecimiento. Entre otras cosas porque la medicina avanza hacia la individualización terapéutica, que es lo que ofrece la formulación magistral.

El auge es claro en áreas como la dermatología y la pediatría. Los médicos cada vez se interesan más por esta alternativa porque les diferencia y les da versatilidad a la hora de personalizar tratamientos. 

El futuro es muy prometedor.

¿Es rentable a día de hoy?

La pregunta del millón.

La formulación magistral es una muy buena oportunidad por varios motivos:

• Es exclusivo de la farmacia. Aquí no hay supermercados ni perfumerías que valgan. La competencia se acota a otras farmacias comunitarias, lo cual pone las cosas más fáciles.
• Gran valor añadido y fidelización. Persona a la que les has solucionado un problema gordo porque su medicación estaba en falta o no existía, persona que fideliza. Tu imagen mejora y generas beneficios indirectos.
• Formulación cosmética. Una opción por la que algunos farmacéuticos optan es aprovechar la inversión en el laboratorio para formular cosméticos aparte de FM y PO. Puede suponer además un elemento diferenciador.

Dicho esto, este servicio puede ser rentable o no según la gestión que realices. Sin duda es un reto, pero para nada es una causa perdida. 

Algunos factores que debes tener en cuenta:

• Hay fórmulas que están financiadas y otras que no. Si lo están, el precio varía según tu comunidad autónoma. Si no, es libre y puedes ajustarlo.
• Costes, recursos y precios. Para lograr un beneficio es fundamental analizar la inversión inicial, los costes de mantenimiento, el margen real por cada FM y PO, etc. Si esto no lo estudias bien, es muy fácil perder rentabilidad.
• Desventajas de los medicamentos individualizados. En general son menos económicos para el paciente que los industriales, no los tiene al momento y la caducidad es menor. Posibles objeciones con las que hay que lidiar.

Más allá de si es o no rentable, no hay que olvidar que es una actividad apasionante para cualquier farmacéutico que tiene alma de boticario. Hay para quienes solo eso ya es razón suficiente para embarcarse en la aventura.

7 consejos para optimizar el rendimiento del servicio

¿Quieres sacar el máximo jugo a la formulación magistral?

1. Estudia tu mercado antes de lanzarte. Valora bien tu tipo de farmacia, tu ubicación y área de influencia, la demanda o potencial demanda de fórmulas, etc. Adhiérete al nivel de elaboración que más te convenga.
2. Especialízate como farmacéutico formulista. Hay cursos oficiales con los que te puedes formar y desarrollar tus habilidades. Si quieres trabajar en una que lo haga, esto te dará puntos.
3. Da a conocer el servicio en centros de salud y clínicas privadas cercanas. Muchas veces no se prescribe FM porque se desconoce. En farmacias hospitalarias también suelen pedir preparaciones a farmacias comunitarias.
4. Realiza una buena gestión por categoría. Tratando tu laboratorio como una unidad independiente de negocio podrás optimizar mucho mejor su eficiencia. Conoce más de la gestión por categorías en farmacia.
5. Resáltalo en tu web y redes sociales. Promociona el servicio en tus canales online, habla de los beneficios que tiene, de las necesidades que resuelve, de cómo funciona, etc. Pocos lo hacen. ¡Adelántate!
6. Mejora tus habilidades comunicativas para poder manejar bien las dudas o situaciones que te surgirán con pacientes y profesionales. En este artículo te contamos 9 técnicas de comunicación verbal y no verbal en farmacia.
7. Actualízate en patologías y tratamientos. Potenciarás tu calidad asistencial y podrás detectar mejor lagunas terapéuticas o casos que requieran FM o PO. En nuestra plataforma Impacta Faes Farma tienes rutas formativas completas.

Los recursos que te enlazamos son gratuitos.

Esperamos que ya tengas más claro qué es y cómo funciona la formulación magistral. Si quieres seguir formándote, mes a mes subimos en Faes Farma Farmacias cursos y contenidos para farmacéuticos comunitarios.

Únete a nuestra newsletter y te avisamos de las novedades.

Más información

Bibliografía para ampliar sobre formulación magistral:

• Barrachina JF. Pasado, presente y futuro de la formulación magistral (medicamento individualizado) [Internet]. Academia de Farmacia de la Comunitat Valenciana (AFCV); 2019 [citado 6 mar 2025]. Fuente.
• González I, Estrada G. Podcast La Diferencia Está En La Dosis [Internet]. Episodio Formulación magistral. 2023 [citado 6 mar 2025]. Fuente.
• Grupo de Trabajo de Formulación Magistral del CGCF. Informe sobre la situación real de la formulación magistral en España. Farmacéuticos. 2017; 428: 24-25. Fuente.
• Consejo General de Colegios Farmacéuticos. Documento de Buenas Prácticas en Formulación Magistral [Internet]. CGCF; 2017 [citado 6 mar 2025]. Fuente.
• Consejo General de Colegios Farmacéuticos. El medicamento individualizado. Un valor social para el paciente y para el Sistema Sanitario [Internet]. CGCF [citado 6 mar 2025]. Fuente.
• Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Formulario Nacional [Internet]. AEMPS; 2024 [citado 6 mar 2025]. Fuente.
• Ministerio de Sanidad. Real Decreto 175/2001 por el que se aprueban las normas de correcta elaboración y control de calidad de fórmulas magistrales y preparados oficinales [Internet]. BOE; 2001 [citado 6 mar 2025]. Fuente.
• Ministerio de Sanidad. Real Decreto Legislativo 1/2015 por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios [Internet]. BOE; 2015 [citado 6 mar 2025]. Fuente.

MDIG-1-00112-2025