Irune Andraca, co-titular de Farmacia Andraca junto a su hermana Leire, y autora del blog Mucho más que salud es la primera farmatuitera en pasar por la particular alfombra roja de nuestro blog. Viene a darnos su punto de vista sobre dos aspectos clave de la farmacia actual: la importancia (por no decir urgencia) de empezar a poner en valor el rol del farmacéutico y los servicios que una farmacia puede poner a disposición de sus pacientes, y el papel que pueden jugar las redes sociales en la promoción de la farmacia y de sus servicios. Sin más dilación, agradecemos a Irune haber aceptado inaugurar nuestra nueva sección (por la que pasarán muchos otros especialistas) y os dejamos con su post.
En un post anterior, os contaban los compañeros de La Farmacia Hoy cómo se desarrolló Infarma 2015, la importancia que van cobrando los servicios farmacéuticos en el sector y el auge de las nuevas tecnologías en estos eventos, con el gran éxito que supuso la #tuitkdd y el alcance del evento en twitter comparado con el alcance del Hashtag oficial, #Infarma2015 (Eso de «nuevas» es algo que me chirría, el futuro es YA, y deberíamos llamarlas tecnologías, a secas). Queda claro, pues, que las redes sociales tienen infinitas aplicaciones, como puede ser la colaboración con otros profesionales sanitarios, las iniciativas solidarias (como #boticocoONTOUR), otro tipo de iniciativas (como diría Miguel Ángel Mañez @manyez, «dos tuiteros y un hashtag, iniciativa al canto»), retransmisión de eventos, etc.
Pero ¿hay posibilidad de combinar estos dos aspectos, servicios profesionales farmacéuticos y tecnologías? ¿Cómo podríamos relacionarlos?
En primer lugar, las redes sociales son un arma de comunicación masiva. Párate a pensar, ¿cuántos de tus pacientes habituales conocen toda tu cartera de servicios? Puedes detectar necesidades puntuales en algunos de ellos si tienes una entrevista, más o menos extensa, en el mostrador, y te cuenta, por ejemplo, que tiene problemas para tomar la medicación. En ese momento le puedes ofrecer el servicio de SPD que llevas 5 años desarrollando y tu paciente puede decirte que cómo no se lo habías dicho antes, que él no tenía ni idea de que tenías ese servicio en marcha, siendo como es él, de ir todos los meses a tu farmacia a por su medicación… Menuda desconsideración por tu parte.
Vale, me puedes decir que seguramente ese paciente no esté en twitter, que probablemente ni siquiera sepa lo que es facebook y que tampoco se habría enterado de tus servicios si los publicaras en tu página web. Bien. Pero, ¿y sus hijos/sobrinos/nietos? Si conocen la problemática de su abuelo con la medicación y por casualidad han visto que (puede ser la tuya o no) en alguna farmacia que esté presente en redes ofrecen este servicio, es posible que se les ocurra comentárselo cuando se queje de los muchos medicamentos que ha de tomar, y es probable que el propio paciente te pregunte a ti, su farmacéutico de cabecera, si ofreces ese tipo de servicios.
Sé que no es la panacea, que seguramente no consigas llegar a toda la población a la que abasteces para cubrir sus necesidades, pero es una manera más de comunicar lo que somos y lo que hacemos. El 80% de la población considera la oficina de farmacia un establecimiento comercial, no sanitario. ¿No es hora de hacerles ver que somos más que eso? ¿No crees que deberíamos darle más valor a nuestra profesión y demostrar que podemos hacer cosas que mejoren su salud más allá de «vender»? Cuantos más seamos los que comuniquemos lo que podemos hacer por su salud, más gente dejará de creer que estamos para cortar precintos y vender cremas.
Por otra parte, las redes sociales te permiten (dentro de los límites que marca la LOPD y compañía) establecer un vínculo con el paciente, ofrecerle un seguimiento personal (por ejemplo, en tus pacientes de deshabituación tabáquica) y así lograr mayor porcentaje de éxito en tus servicios. Esto no quiere decir que ofrezcas los servicios gratis en las redes, éstos siempre han de ser remunerados para no quitarles valor, pero a los pacientes que tengas incluidos en los diferentes programas se les puede ofrecer este complemento, incluyéndolo en el precio del servicio.
Ya es hora de que dejemos de ser REACTIVOS a lo que nos pide el paciente y empecemos a ser PROACTIVOS, que el paciente conozca lo que podemos hacer por él, y aunque no necesite esos servicios en este momento, seguramente si surge la necesidad recuerde que SU farmacia, a la que sigue en Facebook o en Twitter, puede resolverle su problema con los servicios que ofrece.
¿Qué os parece? ¿Lo intentamos?